El supermercado del futuro será rápido y conectado

  • Distribución

El modelo de compra física no va a desaparecer, sino que se transformará para convivir junto al comercio electrónico. Sin embargo, los retailers deberán emprender una gran modernización para no quedarse atrás y adaptarse al modelo omnicanal.

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Hace unas semanas, Amazon lanzaba un nuevo concepto de supermercado físico sin cajas, sin dependientes y aparentemente sin esperas, un movimiento que pone de manifiesto que el modelo de compra física no va a desaparecer, sino que se transformará para convivir junto al comercio electrónico. La permanencia de la compra física es precisamente la gran baza de estos retailers, que ya disponen de la infraestructura y de la presencia geográfica. Sin embargo, deberán emprender una gran modernización para no quedarse atrás. Mientras se difuminan los límites entre los canales electrónicos y los físicos, su principal reto es adaptarse al modelo omnicanal, como señala un artículo de Prodware.

Ver, tocar y sentir

Si las emociones juegan un papel cada vez más importante en las decisiones de compra, la percepción sensorial es uno de sus elementos clave. Sin duda, este es el principal factor de las tiendas físicas y el que más tienen que explotar. Hoy por hoy, no existe ninguna tecnología capaz de imitar completamente la percepción del peso, el tacto, el olor o las imperfecciones, que solo se aprecian en persona.

Vivir la experiencia

Los consumidores buscan disfrutar de una compra relajada en un ambiente agradable. Pasillos anchos, espacios limpios y ordenados, información sobre productos, e interacciones útiles y personalizadas son algunas de sus preferencias. Para ponerse al día, los supermercados están incorporando tecnologías que convierten la compra en una experiencia memorable. Existen, por ejemplo, detectores de temperatura y humedad que adaptan las condiciones al entorno, becons y geolocalización GPS que ofrece promociones personalizadas a los usuarios que pasean por la tienda o sistemas de etiquetado inteligente que aseguran una completa trazabilidad de los productos.

Ahorrar tiempo

El consumidor no quiere ir a un supermercado y perderse entre los pasillos sin encontrar el producto que busca o hacer colas, sino que el proceso sea rápido y fácil. La clave está en llevar al canal físico la simplicidad extrema del canal online, la forma de compra más sencilla que se haya visto jamás. Esto requiere una completa reformulación del propio concepto de supermercado poniendo énfasis en los puntos críticos para el consumidor, una transformación que afecta a la cadena completa: desde la logística (aprovisionamiento, colocación, gestión de existencias), a la atención al cliente (asistencia en tienda, sugerencias, opciones de pago), y a los servicios posventa (formas y plazos de entrega, garantía, devoluciones). Los establecimientos deben disponer de soluciones tecnológicas específicas para agilizar al máximo estos procesos, evitar esperas y ofrecer el mejor servicio.