La digitalización transforma la forma de trabajar
- En cifras
El 91% de los trabajadores piensa que la disrupción digital, unido a la incertidumbre económica y a las turbulencias políticas, cambiará su forma de trabajar en un futuro cercano.
Ahora bien, un 95% también cree que esta etapa de cambio será beneficiosa para sus empresas. Éstas son algunas de las principales conclusiones de la última investigación realizada por Ricoh Europe.
En este contexto, el estudio indica que los trabajadores europeos comparten una perspectiva positiva más amplia. El 59% opina que las empresas en las que trabajan estarán en una posición más firme a finales de año con respecto a su situación actual; mientras que el 66% cree que los responsables de sus empresas están preparados para afrontar un panorama cambiante. De hecho, sólo el 8% no confía en su jefe, y el resto no están seguros.
Eso sí, la mayor parte de los encuestados esperan que los efectos de la disrupción digital, así como las oportunidades y cambios provocados por la innovación competitiva, ejerzan una gran influencia, con una mayor automatización que ahorrará tiempo a los trabajadores para permitirles generar más valor. Así las cosas, éstos esperan que sus empresas sean más creativas, gasten menos recursos y adopten nuevas tecnologías. De hecho, al 61% le gustaría que su compañía echase mano de la tecnología para equilibrar estos cambios. Esto incluye mejorar la comunicación con los clientes, aumentar la productividad mediante la colaboración y utilizar la digitalización para simplificar los procesos empresariales.
Sin embargo, la investigación recoge una advertencia. En estos tiempos de cambio, las empresas deben procurar seguir siendo atractivas para los mejores talentos, ya que los trabajadores también buscan estabilidad en sus puestos. Tanto es así que este concepto, unido a un respaldo financiero sólido y a la oportunidad de trabajar para una gran empresa, son los mayores atractivos para los demandantes de empleo.
Para David Mills, director ejecutivo de Ricoh Europe, “la forma de relacionarse, comprometerse y trabajar de las personas está cambiando radicalmente. En los años venideros veremos empresas situarse en dos campos diferenciados. En primer lugar, aquéllas con fuertes procesos que capacitan a los trabajadores permitiéndoles hacer mejor su trabajo, adaptarse y prosperar. En segundo, aquéllas que rehúyan el cambio y, por desgracia, harán fracasar a sus empleados”, concluye.
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