Seis de cada diez españoles tienen el efectivo como principal medio de pago

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La mayoría de los ciudadanos volvieron al sistema de pago que usaban antes de la pandemia. España no cambiará al pago digital hasta que se cree el euro digital, algo que pasará a largo plazo. Esto provocará que los pagos también sean digitales y no se pueda sacar dinero en efectivo.

El pago con tarjeta o con el móvil se resiste en España. Según un estudio del Banco de España, el dinero en efectivo continúa siendo la principal forma de pago para un 60 % de los españoles, y un 65 % incluso asegura que utilizó este método diariamente durante el año pasado.

A pesar de que la pandemia disparó el uso del pago digital por la recomendación de evitar el dinero en efectivo, las monedas y los billetes han vuelto a ganar terreno. "El efectivo —tal como demuestran los datos, que se han mantenido estables entre 2022 y 2023— volvió a coger impulso después de la COVID-19. La mayoría de los ciudadanos volvieron al sistema de pago que usaban antes de la pandemia", explica Elisabet Ruiz Dotras, profesora de los Estudios de Economía y Empresa de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).

La experta mantiene que España no cambiará al pago digital hasta que se cree el euro digital, algo que pasará a largo plazo. "La pandemia fue un primer paso, pero el definitivo se dará en el momento en el que convivan el euro digital y el físico, cuando las empresas, en lugar de pagar las nóminas con dinero en efectivo, lo hagan con euros digitales. Esto provocará que los pagos también sean digitales y no se pueda sacar dinero en efectivo", explica. El Banco Central Europeo está trabajando en ello y, según añade Ruiz Dotras, "será el entorno gubernamental el que nos llevará a tener una sociedad sin dinero en efectivo".

Lo que sí que se ha mantenido desde la pandemia es que prácticamente todos los comercios tienen datáfonos, cosa que antes no pasaba, y que la mayoría ha eliminado el gasto mínimo para pagar con tarjeta o móvil. "Las comisiones que los bancos cobran a los establecimientos por el uso de los datáfonos también han bajado, y esto hace que los comercios sean proclives a utilizar este sistema de pago", explica la profesora de la UOC.

Pros y contras de las distintas formas de pago

Tanto el pago digital como el efectivo tienen pros y contras. "La facilidad que supone pagar con tarjeta o móvil hace que sea más difícil ser consciente de la cantidad de dinero que gastamos. La conducta de pagar virtualmente es automática, casi instintiva, y esto puede ser un factor de riesgo importante para acabar haciendo compras compulsivas, que son un excelente ansiolítico", apunta Enric Soler, profesor colaborador de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la UOC. “En cambio, cuando pagamos en efectivo, tomamos mucha más conciencia del dinero gastado porque lo tocamos, lo contamos y vemos como se nos va de las manos".

No obstante, el pago digital también tiene ventajas respecto al físico: todas las compras quedan registradas. "Si pagamos con billetes y monedas, a no ser que guardemos todos los recibos, no sabemos la cantidad que gastamos durante un mes. En cambio, si pagamos digitalmente, sí. Y, además, vemos en qué hemos gastado el dinero en cada ámbito", afirma la profesora de los Estudios de Economía y Empresa de la UOC.